Expulsado de seis colegios, Percy padece dislexia y dificultades para concentrarse, o al menos ésa es la versión oficial. Objeto de burlas por inventarse historias fantásticas, ni siquiera él mismo acaba de creérselas hasta el día que los dioses del Olimpo le revelan la verdad: Percy es nada menos que un semidios.
Tras un viaje escolar, Percy se dará cuenta que su vida corre riesgo y ni siquiera sabe la razón, lo único que sabe es que correr y ocultarse parecen la única solución, o por lo menos hasta que esté a salvo en el Campamento Half-blood para jóvenes hijos de un(a) Dios(a) y un(a) mortal, porque en efecto, Percy es uno de ellos, ya sabes, casual que te enteras que eres un semidios.